En el embarazo, no está recomendado evitar ningún alimento en especial. La embarazada normal puede comer prácticamente de todo, si bien en las cantidades y con los ritmos adecuados al embarazo.
Una cuestión distinta es las cosas que les sirvan a los dos, tanto a la madre como el feto, o no. Por ejemplo, un pastel de nata y trufa sólo le sirve a la madre, no al niño. Y si ésta llena su estómago y sacia su hambre y no ingiere la toma nocturna de alimentos que sí que le sirven al niño, es cuando pueden surgir problemas.
Por tanto, no hablamos de prohibir o evitar no, pero adecuar y moderar sí. Por otra parte, en embarazos complicados sí que evitamos determinadas cosas. La embarazada diabética debe evitar el eazúcar, la embarazada hipertensa debe evitar la sal, etc.