Viajar durante el embarazo es una posibilidad teóricamente posible hasta el final de la gestación. Sólo en situaciones especiales en las que el embarazo se complica, se establecen prohibiciones específicas.
Sin embargo, la embarazada es una viajera que debe saber que padece más incomodidad que otros en los distintos vehículos que utilice y en las distintas etapas del embarazo en que haga el viaje.