Una de las causas más comunes es la ausencia de ovulación (anovulación) aunque existen otras como; ovarios poliquísticos, menopausia precoz o mala calidad ovocitaria.
Las alteraciones de las trompas constituyen una de las causas más frecuentes de esterilidad en la mujer; una de las alteraciones más comunes es la obstrucción de las trompas, lo que impide el paso normal del óvulo y del esperma, pero también una escasa movilidad de las trompas para ayudar a los espermatozoides a llegar hasta ellas puede contribuir a la esterilidad.
El endometrio (tejido que recubre el útero) ejerce un papel importante en este sentido y cualquier alteración, como la endometritis (inflamación del endometrio) o endometriosis puede contribuir a la esterilidad.
Pueden existir anomalías en el cuello uterino o infecciones que imposibilite la fecundación.