La esterilidad masculina puede depender de diversos factores, siendo los principales:
- ausencia de esperma.
- malformaciones de los espermatozoides.
- número de espermatozoides demasiado escaso para garantizar la fecundidad.
- espermatozoides con una movilidad muy reducida.
Todos estos factores pueden tener diversas causas físicas. Por ejemplo, derivan de trastornos circulatorios en los testículos o en los epidídimos. Algunos casos corresponden a secuelas de infecciones genitales o de una parotiditis (paperas) padecida tras la adolescencia. La esterilidad es también de origen hormonal, o la consecuencia de una atrofia testicular debida a una ectopía testicular (testículos no descendidos) operada demasiado tarde.